El otro día mi hijo pre-adolescente miraba de reojo, mientras estaba en el ordenador, una serie de esas típicas para adolescentes. Él es capaz de hacer cuatro cosas a la vez. Él puede estar al ordenador, ver la tele, y hablar por teléfono. Incluso si está un poco apurado de tiempo sabe hacer además los deberes!!! -Claro que esos se los reviso yo!!! jeje- .
A mi me gusta estar al tanto de sus actividades -porque ahora está en un período un poco hermético- y ver su reacción: el sonríe, ríe, o mira de reojo a según que secuencias o diálogos.
La cosa es que en ese capítulo había un diálogo entre dos chicas amigas, y una le decía a la otra que le daba vergüenza acercarse a un chico que le gustaba porque no sabia qué ni cómo hablar con él. La primera, supongo que tenía la experiencia por tener algún hermano, le dijo: "Es fácil, tienes que hablar igual que haces con una chica pero con palabras más cortas".
Esa secuencia, que mi hijo pasó por alto, a mi me hizo una gracia tremenda. Y cuando oyó mi caracajada, me preguntó:
-De què rius "mam"? -a veces me dice mam (es más corta jjje).
-De nada hijo... cosas mías. -Y me puse a cantar aquella bella canción de palabras laaaaargas y esdrújulas que me encanta.
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